.....

.....

sábado, 27 de noviembre de 2010

Barroco (100%)

"En general a la escritura barroca corresponde un referente simple y más o menos estable, y a la complejidad e inestabilidad de las realidades barrocas conviene un lenguaje más transparente en lo referencial".

Carlos Gamerro, de Ficciones Barrocas.

Comparto esta cita para mostrar en que sentido mi novela, que conjuga escritura barroca y ficción barroca (exceso de decoración y laberinto narrativo de múltiples planos), va en contra de las tres cualidades que son comunes (según los griegos, Hypias Mayor, Platón) a las cosas bellas, o sea que forman parte de la belleza en sí misma:

-la utilidad
-lo conveniente
-lo agradable o placentero.

Del arte como una piromanía en la eternidad se espera un resultado desastrosamente negativo. Pero ésa es su virtud, es buscar lo sublime antes que la belleza, que, claramente, es una táctica milenaria del control social, si no la táctica, con mayúsculas.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Reseña de contratapa 1/1

Decir que A la sombra de una estética cuenta una semana de la vida de un aspirante a jugador de fútbol en el Gran Buenos Aires es una reducción verdadera, pero atroz. Esta historia está llena de injertos, demasiado potentes, y crueles, tantos que termina destrozada y siendo un injerto más, un desecho ensangrentado entre otros: Una nouvelle de fútbol, otra novela quemada que se presenta por retazos sobrevivientes del fuego, un reality show de artistas llamado El pequeño Dios, la vida en jaque del autor de todo lo anterior y lo posterior, una teoría estética, la del error, y el manifiesto fragmentario de un abuelo putañero. Lo interesante de esta pluralidad es la convivencia sin atarse a una unidad, sino que una serie de mechas, de las que se esperan con el paso de las páginas explosiones, son las que se atan para ceñir el mamarracho: todos mueren y todos nacen en una alegoría digna de Rilke, porque la poesía es tan sólo una malversación de la eficiencia, el único acto de amor posible, y de lo sublime.