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jueves, 4 de marzo de 2010

La certeza de sus ojos (o Campanella Kantiano)

"Así pues, lo bello viene a ser aquello que produce un placer universalmente compartido".

Otra vez Bayer(Raymond), ahora hablando de Kant (Inmanuel) y su concepción de lo bello, ante la proximidad de la entrega de los premios Oscar y el festejo nacional por la victoria de El secreto de sus ojos.Voy a tratar de circunscribirme ya que Campanella me inspira una locuacidad hostil excesiva.

Bayer habla de dos vertientes en la experiencia Kantiana de lo bello : una sentimental y subjetiva y otra intelectual y objetiva. Sólo el placer -subjetivo- puede ser compartido con todos cuando va unido con un conocimiento -objetivo-, que de por sí es universal y necesario. Descendiendo a un plano más prosaico, una pelicula que aspire a lo bello logrará como resultado salas atiborradas de gente, clamor popular, periodistas y conductores de televisión melosos. Si Hypolite Taine, filósofo positivista, decía que el artista busca el aplauso y para conseguirlo tiene que retratar al personaje reinante de la época, Kant nos da el mismo consejo pero siempre bajo un velo de desinterés y de libertad humana ejercida en la Razón práctica. Sólo un pañuelo con hilos dorados, ya que Kant nos regala libertad sólo bajo la condición de no usarla. Así Campanella, como animal moral superior y libre,toca en el fogón, como diría el vulgo, una que sabemos todos, un hit.

Haciendo un poco de filosofía aplicada, el conocimiento necesario y universal sobre el cual hinca su pluma Campanella en su pelicula es el que se desprende de la siguiente pregunta: ¿quién no pediría justicia por los desaparecidos y demás atrocidades de la última dictadura militar? Todos sentimos el mismo placer porque la respuesta de la pelicula coincide con la nuestra, sentimos compasión frente a la muchacha asesinada y su novio y terror frente al "malo" y al "corrupto" que encarnan -tomando el todo por las partes- a la dictadura entera. Todos compartimos el placer por un conocimiento universal y necesario, que en la pelicula podemos vislumbrarlo concretamente en la certeza que se va alargando lentamente desde el principio hasta el final, claridad que no se pone en ningún momento a prueba ni se cuestiona a pesar de la oscuridad de la fotografía, cierto suspenso de patas cortas y el desorden moderado de la historia: a un culpable (principio de la pelicula), un castigo (final de la pelicula). Como expresó mi cuñada Magalí, no hay ningún secreto en los ojos. La pelicula debería llamarse la certeza de sus ojos(esto lo digo yo).

Según cierta información la pelicula de Campanella puede ser la ganadora entre las nominadas por ser la más entendible para el jurado. Además, su belleza universal no prescindirá de hacerlo su cliente -al jurado-. Lo curioso del asunto es que todo un país estára ansioso por ser reconocido por los premios emblemáticos de otro país que fomentó y apoyó las atrocidades universalmente repudiadas por los espectadores. Paradoja resultante del peligro de crear bajo las luces y el marketing de lo bello.

1 comentario:

: dijo...

no puedo leer tanto academicismo después de tanto vino blanco, mis excusas. viva majul y los pinos plantados por complejo de inferioridad, ¡viva!